Un juego intuitivo con el arte
El Patio del Pintor está situado en una terraza exterior de Varsovia y diseñado para fomentar el juego creativo e intuitivo con el arte.
Un punto central característico de la zona es un gigantesco cubo amarillo del que se vierte pintura. El vertido de pintura azul que sale del cubo es también un tobogán para los niños. El asa del cubo sirve de tubo para tirar hacia arriba y girar, mientras que su parte inferior es un rocódromo.
Funciones incrustadas en la forma
Un pincel también forma parte de la instalación, como abandonado por un pintor, un gigante que no terminó su obra. Para los adultos, el pincel es un lugar donde sentarse y relajarse, mientras que los niños se divierten saltando, rodando o escondiéndose. Las manchas azules con números pintados son una interpretación poco convencional de la rayuela.
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