La exposición Polish Design, comisariada por Izabela Bołoz, presentó una selección de obras de 30 diseñadores polacos nuevos y más consagrados. Reunidos de este modo, sus proyectos ofrecieron una visión del potencial del diseño polaco y de la mentalidad de los diseñadores polacos. El diseño polaco se encuentra actualmente en un paisaje en constante cambio. Está en movimiento, evolucionando y explorando direcciones nuevas e individuales. Está en plena transición, reflexión, inspiración e innovación.
Los valores polacos estaban en el centro del concepto de esta exposición. En la cultura y la tradición polacas, cualidades como la hospitalidad y las relaciones sociales se consideran muy importantes. Por eso es tan apropiado que la exposición adopte la forma de una larga mesa, el corazón mismo de un hogar polaco. Una mesa suele ser un lugar de encuentro, un espacio para largas conversaciones acompañadas de buena comida. Del mismo modo, la exposición no sólo muestra el diseño polaco, sino que también crea una plataforma para la interacción y la conversación.
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