Desafiando a la gravedad con estilo
Este banco inclinado se atreve a cuestionar las formas existentes, demostrando que con solo dos patas se puede lograr estabilidad. Todo es cuestión de equilibrio. Al apoyarse delicadamente contra la pared, el diseño alcanza una estabilidad inesperada, a la vez que desafía a la gravedad. El resultado es una pieza llamativa y funcional de una sencillez fluida y sin soportes adicionales. Menos es, indudablemente, más.
El banco inclinado es ideal para momentos de reflexión o para áreas de espera, como galerías de arte, vestíbulos de hoteles, pasillos, recibidores y salones. Se integra a la perfección en la decoración de interiores. Además, es una excelente opción para complementar jardines o espacios al aire libre.
Materiales
Cuerpo: madera de roble con acabado natural
La goma que hay debajo de las patas evita que resbale, lo que hace que este banco de roble sea adecuado para cualquier suelo.
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